29 jul 2016

10 trucos para one-shots de las películas de Bud Spencer y Terence Hill

Hablar del dúo que formaban Bud Spencer y Terence Hill es hablar de carisma en la gran pantalla, y para mi además es recordar a mis abuelos, con los que compartí muchas tardes viendo sus películas. 'Esta es muy buena' decían ellos, y allí que echaba yo la tarde en el sofá enganchado a la tele, viendo comedias de mamporros y aventuras. Forman parte de mi infancia.

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Hace poco que falleció Bud Spencer y de alguna forma sentí una herida en la nostalgia. Lo cierto es que aunque nunca han salido de la programación habitual, últimamente han vuelto a emitirlas en muchos canales, y con el visionado reciente con las gafas roleras puestas me he dado cuenta de que contienen grandes lecciones narrativas, especialmente en cuanto a one-shots se trata.


Diez sencillos trucos extraídos de su filmografía
Como diría Ben Grimm ¡Es la hora de las tortas! Las películas del dúo se caracterizaban, con la excepción de 'Le llamaban Trinidad' (1970) y 'Le seguían llamando Trinidad' (1971), por ser autoconclusivas y tener un humor y esquemas muy característicos. El dúo interpretaba historias sencillas pero llenas de carisma, comedia y hostias, de ahí que la gran mayoría de estos consejos, aunque puedan ser aplicados a cualquier tipo de partida, sean muchos más efectivos para los one-shots, ya que la fuente de donde se extraen, su filmografía, estaba orientada a historias breves. Vamos allá.


1 Las buenas historias pueden ser sencillas
En muchas ocasiones para que una historia sea buena no se requieren intrincados argumentos llenos de detalles complejos. Su filmografía y su éxito se basan en historias que aunque son sencillas y breves, usan elementos clásicos que funcionan de forma muy efectiva, lo suficiente para contentar a todos los públicos, lo que nos lleva al siguiente consejo.

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2 Lo clásico funciona
Si buscamos los componentes esenciales de las historias que más nos gustan o han perdurado en el tiempo encontramos muchos puntos comunes: Presentación breve de los Personajes, una breve historia de amor, de los villanos, un conflicto, resolución y un final feliz. De nuevo, elementos para contentar a la gran mayoría de la audiencia, y a su vez nos deja muchos elementos en los que poder desarrollar diferentes aspectos de los Personajes.

3 No necesitas contarlo todo
Las escenas bien narradas tienen una gran capacidad para hablar por sí mismas, sin necesidad de que aclares lo que está ocurriendo, salvo que sea explícitamente necesario. Muchas de las escenas de sus películas apenas tienen diálogo o explicación más allá de lo visual y sin embargo audiencia de todas las edades las comprenden perfectamente. Un ejemplo lo encontramos en 'Y si no, nos enfadamos' cuando al inicio los villanos toman un parque de atracciones cercano al talle de los protagonistas. Se pueden echando a gente del mismo y puede apreciarse que su vestimenta es similar a la de la mafia italiana mientras cierran las puertas del recinto, sobra explicar mucho más.

4 La personalidad no siempre está en los diálogos
Bud Spencer tiene escenas en que casi no pronuncia palabra alguna, sin embargo sus gestos y su relación con los personajes que interpreta Terence Hill hablan por sí solos. Gestos de disgusto, cansancio, su forma de caminar o luchar dicen mucho de su personalidad, así como las miradas de complicidad o las cosas que hace para matar el tiempo. La personalidad va más allá de los diálogos.



5 El carisma no es complejo
Para lograr el punto anterior, los Personajes de la filmografía del dúo usan rasgos clásicos muy marcados, sin muchos matices adicionales, lo que hace que estén muy definidos y sean complementarios uno del otro. En el caso de los villanos, su apariencia o forma de comportarse hace evidente su papel de forma contínua, sin lugar a dudas, lo que puede ser muy útil para partidas cortas en las que no disponemos de mucho tiempo para desarrollar personajes profundos: Su papel será rápidamente identificado por los Jugadores independientemente de su edad por asociación cultural con los clichés (Los malos siempre visten de negro por ejemplo).

6 Los detalles importan
Tanto los Personajes como su género estrella, el spaghetti western están llenos de detalles, pocos, pero muy contundentes. El género combina una cuidada estética sucia, y sus personajes suelen ser desvergonzados y muy rudos, combinado con la poca paciencia de todos ellos salvo del dúo protagonista, que parece que nunca se entera de nada. La banda sonora pone los últimos detalles al conjunto, creando una ambientación muy particular. Cuidar esos detalles de gran impacto en partidas cortas logra un rápido e importante efecto en cuanto a ambientar se refiere.

7 La acción es ritmo
Estos expertos en el arte de las buenas hostias con la mano abierta e inventores del puñetazos vertical por parte del coloso del dúo lo sabían, los momentos de acción y el cuándo incluirlos son importantes. Es curioso que quizá en muchas de sus películas se aprecia precisamente este defecto, alargándose más de lo debido. Del mismo modo, las escenas de acción solían tener muchos momentos ocurrentes y de comedia que nos vienen genial para desestresar a los Jugadores.



8 Lo bueno, si breve, dos veces bueno
Al igual que en las escenas de acción, muchos otros poderosos momentos de las partidas pueden verse debilitados si se alargan innecesariamente. Saber cuándo cortar una escena y pasar a la siguiente, cuándo se ha contado lo suficiente y necesario es vital para dirigir one-shots, optimiza el tiempo a la vez que evita saturar a los Jugadores.

9 Para todos los públicos
Muchas veces encontramos que muchas de las aventuras que teníamos planeadas pueden no ser las adecuadas para la edad de los participantes. Las historias del dúo no requerían censura alguna precisamente por su forma suave de hacer las cosas, apta para todos los públicos incluso en las escenas de acción. Los malvados caían bajo la lluvia de collejas de los protagonistas, pero nunca se derramaba una sola gota de sangre. Una historia adaptada para todos los públicos es una historia que no precisa censura ni recortes en la trama.

10 No agotes la paciencia del espectador
'Le llamaban Trinidad' fue en su día el mayor éxito del cine hispano-italiano y supuso un capítulo definitorio y decisivo dentro del género del spaghetti western. A partir de este film y su secuela los espectadores perdieron gran parte del interés en este tipo de películas. Fue tan buena y el resto de films posteriores usaba tantos elementos de ella que ya no había nada nuevo que contar. De esto podemos extraer una curiosa moraleja: No agotes la paciencia del espectador, varía las tramas, temáticas y ambientaciones, explora y cambia, haz que jueguen algo diferente a lo que dirigen el resto de másters.

PD: Dedicado a mis abuelos y los buenos ratos que pasé con ellos, momentos que siempre me recordarán estas películas.

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